Legado de Georg Khevenhüller del año 1576, tallado en una placa de mármol en el patio superior del castillo

 

«Bajo la protección del mejor y más grande Dios trino y uno»

Georg Khevenhüller von Aichelberg, descendiente de Segismundo, Augusto y Johannes, barón de Landskron y Wernberg, señorío hereditario de Hochosterwitz, caballerizo superior de los emperadores Fernando I, Maximiliano II, Rudolfo II, consejero del archiduque Karl, secretario secreto y tesorero del mismo, mayordomo principal, Gobernador en Carintia y capitán del condado de Pisino, ha ampliado, circundado con muros, reforzados con obras de fortificación y equipado con una armería este castillo por su cuenta y para el uso por el Estado, ha aumentado los ingresos y ha pedido a Dios, nuestro Señor, protección para él y sus hijos y descendientes. Ha ordenado que este castillo nunca dejase de pertenecer a su familia, ni por venta, donación, modificación, dote, prenda, división, préstamo ni de otra manera cualquiera pudiera tener lugar una minoración de la posesión. Desea que aquellos, a los que exhorta y ruega, ejerzan la religión cristiana de forma fiel y aplicada, tiendan a la búsqueda de la virtud, conserven entre ellos la templanza y unidad, instituyan bien sus costumbres y sean felices de esta manera.»

Cronistas de escasa credibilidad mencionan que la familia Khevenhüller ya era propietaria de un castillo en el monte Khevenhüller en el siglo IX y X y que supuestamente había inmigrado por motivos desconocidos con las dinastías de Hohenstein en el año 1036 de Franconia a Carintia. El señorío de la estirpe en aquellos tiempos supuestamente había sido Richard Khevenhüller que construiría en el nuevo lugar de residencia el castillo Aichberg, uniéndose a una de las estirpes  más prestigiosas de Corintia, los Schenken de Osterwitz, por medio del matrimonio de una hija de esta casa.
Otras afirmaciones de la aparición de diferentes titulares del nombre Khevenhüller se basan en fuentes de poca confianza. El primer documento fiable que contiene el nombre Khevenhüller lleva la fecha del 24 de julio de 1330 y menciona un tal Ulreich Khevenhüller de una estirpe procedente del Alto Palatinado. Otro documento del 1396 atestigua la existencia de un juez municipal de Villach llamado Hans Khevenhüller. Es un hecho contrastado que la familia Khevenhüller llegara a Carintia en el séquito de los obispos de Bamberg y en calidad de sus cuidadores y coperos procedentes de Khevenhüll en el Alto Palatinado. La familia, económicamente extremadamente hábil, se estableció en Carintia en los siglos XIV,  XV y XVI, proporcionando durante siglos y siglos gobernadores de la región e influyentes estrategas. El día 10 de enero de 1572 ascendió al estado de la nobleza hereditaria de Austria como Condes de Hohenosterwitz y Annabichl, así como ilustrísimos, y el día 27 de junio de 1673 al estado de Condes del Imperio. Johann Josef Khevenhüller fue elevado en 1763 por la emperatriz Maria Teresa a la dignidad de Príncipe. A lo largo de los siglos, numerosos miembros de la familia Khevenhüller destacaron por su fuerte compromiso en asuntos económicos, religiosos, militares y políticos que movieron el mundo.